- Siempre e inevitablemente todos subestiman el número de individuos estúpidos en circulación
a)Personas que uno ha considerado racionales e inteligentes en el pasado resultan ser inequívocamente estúpidas.
b)Día tras día, con una monotonía incesante, vemos cómo entorpecen y obstaculizan nuestra actividad individuos obstinadamente estúpidos, que aparecen de improviso e inesperadamente en los lugares y en los momentos menos oportunos. - La probabilidad de que cierta persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de esa persona.
- Una persona estúpida es aquella que causa pérdidas a otra persona o grupo de personas sin obtener ninguna ganancia para sí mismo e incluso incurriendo en pérdidas.
De aquí mismo se pueden definir los tipos de personas:
•Desgraciado (D): aquel que se causa un perjuicio a sí mismo, beneficiando a los demás.
•Inteligente (I): aquel que se beneficia a sí mismo, beneficiando a los demás.
•Bandido (B): aquel que obtiene beneficios para sí mismo, perjudicando a los demás.
•Estúpido (E): aquel que causa pérdidas a otros, perjudicándose a la vez a sí mismo.
La mayoría de los individuos no actúa consistentemente. Bajo ciertas circunstancias una persona puede actuar inteligentemente y en otras actuar como desgraciado. La única importante excepción a esta regla es la de las personas estúpidas que normalmente muestran una fuerte tendencia hacia un comportamiento estúpido en cualquier actividad o empresa - Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento, lugar y circunstancia, tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error.
Los estúpidos son peligrosos y funestos porque a las personas razonables les resulta difícil imaginar y entender un comportamiento estúpido. Una persona inteligente puede entender la lógica de un bandido. Las acciones de un bandido siguen un modelo de racionalidad. El bandido quiere obtener beneficios. Puesto que no es suficientemente inteligente como para imaginar métodos con que obtener beneficios para sí procurando también beneficios a los demás, deberá obtener su beneficio causando pérdidas a su prójimo. Ciertamente, esto no es justo, pero es racional, y siendo racional, puede preverse. En definitiva, las relaciones con un bandido son posibles puesto que sus sucias maniobras y sus deplorables aspiraciones pueden preverse y, en la mayoría de los casos, se puede preparar la oportuna defensa.
Con una persona estúpida todo esto es absolutamente imposible. Tal como está implícito en la Tercera Ley Fundamental, una criatura estúpida nos perseguirá sin razón, sin un plan preciso, en los momentos y lugares más improbables y más impensables. No existe modo racional de prever si, cuando, cómo y por qué, una criatura estúpida llevará a cabo su ataque. Frente a un individuo estúpido, uno está completamente desarmado.
Puesto que las acciones de una persona estúpida no se ajustan a las reglas de la racionalidad, es lógico pensar que tienen todas las de ganar porque:
a.Generalmente el ataque nos coge por sorpresa.
b.Incluso cuando se tiene conocimiento del ataque, no es posible organizar una defensa racional porque el ataque, en sí mismo, carece de cualquier tipo de estructura racional.
El hecho de que la actividad y los movimientos de una criatura estúpida sean absolutamente erráticos e irracionales, no sólo hace problemática la defensa, sino que hace extremadamente difícil cualquier contraataque. Y hay que tener en cuenta también otra circunstancia: la persona inteligente sabe que es inteligente; el bandido es consciente de que es un bandido y el desgraciado incauto está penosamente imbuido del sentido de su propia candidez. Pero al contrario que todos estos personajes, el estúpido no sabe que es estúpido y esto contribuye en gran medida a dar mayor fuerza, incidencia y eficacia a su poder devastador. - La persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que existe. Corolario: El estúpido es más peligroso que el bandido
Resulta verdaderamente sorprendente es que tampoco las personas inteligentes ni los bandidos consiguen muchas veces reconocer el poder devastador y destructor de la estupidez. Es extremadamente difícil explicar por qué sucede esto. Se puede tan sólo formular la hipótesis de que, a menudo, tanto los inteligentes como los bandidos, cuando son abordados por individuos estúpidos, cometen el error de abandonarse a sentimientos de autocomplacencia y desprecio en lugar de preparar la defensa y segregar inmediatamente cantidades ingentes de adrenalina ante tamaña situación de peligro.
Si todos los miembros de una sociedad fuesen bandidos perfectos, la sociedad quedaría en una situación estancada pero no se producirían grandes desastres. Todo quedaría reducido a transferencias masivas de riqueza y bienestar. Pero cuando los estúpidos entran en acción las cosas cambian completamente. La personas estúpidas ocasionan pérdidas a otras personas sin obtener ningún beneficio para ellas mismas y, por consiguiente, la sociedad entera se empobrece
1 comentario:
Jue! Este es como el wikipedia de la estupidez. Tengo una cosa mas por agregar... la estupidez es una enfermedad, que no la sufre el enfermo, sino los que estan alrededor de ese enfermo...
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