Estabas sola pero tranquila
cuando te dijo "qué linda estás"
y fue una ráfaga de la vida
fue una ventana en la oscuridad.
Y susurrado como en los cuentos
aprovechó tu debilidad
llovió la lluvia en los cauces secos
y puso un beso en tu soledad.
Como una flor jamás presentida
se hizo el guardián de tu intimidad
en los balcones ropa tendida
y afuera el ruido de la ciudad.
Pero pensando que el tiempo es vela
que se deshace sin avisar
encarcelaste al amor que vuela
con el temor de lo que se va.
Y te entregaste sin condiciones
y te olvidaste quizá de ti
y como dicen en las canciones:
"si tú te vas qué será de mí".
Estabas sola pero tranquila
cuando te dijo: "vengo por ti"
eres la cura de mis heridas
toda la vida que no viví.
Y cómo hacer para no quererle
cuál es el paso que hay que medir,
cuál es el límite de la fuente,
cuál es el tope de la raíz.
Forzaste quizá demasiado los lazos
pensando que en eso consiste el amor,
en dar sin medir el calor de un abrazo
quién sabe qué fue qué pasó...
-Pedro Guerra-
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