Pero bienaventurado
el hombre que confía
en el Señor.
Es como árbol
plantado a orillas de un
río, cuyas raíces penetran
hasta encontrar el agua;
árbol al que no agobia
el calor ni angustian
los largos meses de
sequía, su follaje
se mantiene verde y
produce en todo tiempo
jugoso fruto
el hombre que confía
en el Señor.
Es como árbol
plantado a orillas de un
río, cuyas raíces penetran
hasta encontrar el agua;
árbol al que no agobia
el calor ni angustian
los largos meses de
sequía, su follaje
se mantiene verde y
produce en todo tiempo
jugoso fruto
1 comentario:
esos versos siempre me hacen pensar en mi mami...
es dem lindo leerlos por acá
besos niño pez
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