La muerte es esa pequeña jarra,
con flores,
pintadas a mano,
que hay en todas las casas
y que uno jamás se detiene a ver.
La muerte es ese pequeño animal que ha cruzado el patio,
y del que nos consuela la ilusión,
sentida como un soplo,
del que es sólo el gato de la casa,
el gato de costumbre,
el gato que ha cruzado y al que ya no volveremos a ver.
La muerte es ese amigo que aparece en las fotografías de la familia,
discretamente a un lado,
y al que nadie acertó nunca a reconocer.
La muerte,
en fin,
es esa mancha en el muro que una tarde hemos mirado,
sin saberlo,
con un poco de temor.
-Eliseo Diego-
con flores,
pintadas a mano,
que hay en todas las casas
y que uno jamás se detiene a ver.
La muerte es ese pequeño animal que ha cruzado el patio,
y del que nos consuela la ilusión,
sentida como un soplo,
del que es sólo el gato de la casa,
el gato de costumbre,
el gato que ha cruzado y al que ya no volveremos a ver.
La muerte es ese amigo que aparece en las fotografías de la familia,
discretamente a un lado,
y al que nadie acertó nunca a reconocer.
La muerte,
en fin,
es esa mancha en el muro que una tarde hemos mirado,
sin saberlo,
con un poco de temor.
-Eliseo Diego-