En cinco años ha pasado de todo:
1). Me casé con Marian en el 2011, a este año ya hemos cumplimos 4 años de casado. No puede decir que mi falta de escribir se deba a estar casado, pero surgieron las redes sociales, Twitter me absorbió, era más fácil escribir 144 caracteres que una buena entrada en el blog.
2) Compramos una casa en Alajuelita.
3) Nació la mujer que me cambió por completo: AnaLú. En serio, no entiendo que tienen los hijos, pero muchas de mis tristezas se pasan con una sola sonrisa de mi hija. Mi hija está a días de cumplir sus tres añitos.
¿Por qué volver?
Hasta hace casi una semana, tenía la rutina de llegar a casa, hacer ejercicio, bañarme con o sin AnaLú, ponerle pijama e irme a descansar. A Marian le tocaba dormirla y después hacer la comida. Marian se dormía con AnaLú, lo que hacía que termináramos comiendo a las 10pm.
Decidí que entonces yo la dormí, y Marian se quedaba en la cocina. Así mientras AnaLú dormí yo oraba. Y ahí fue cuando decidí volver.
Tengo muy mala memoria, mi esposa dice que mi cerebro desecha cosas que no necesita, porque tengo muy buena memoria para otras cosas. No sé por qué mi cerebro se graba tan bien tantas canciones y no guarda tan bien ciertos recuerdos. Hallo más útil recordar más que ser una rocola humana (en serio, ese es mi súper poder).
De pronto me hallé con mi hija a mi lado, y de pronto no sabía ni cómo todo esto que se llama vida había pasado tan rápido. Pasó tanto tiempo que es como si hubiera empezado el colegio y hoy ya estuviera terminándolo.
Quiero escribir mis memorias estilo diario, no para que alguien más me lea, simplemente como ejercicio de memoria, y recordar cosillas. No para los demás sino un legado para mis hijos, por si quisieran saber quién o como era.
De alguna manera Facebook ha ayudado en esto de guardar hitos y recordar milestones en la vida personal, sin embargo, a mí no me interesa andar poniendo en una red social cada pequeña cosa que me pase, y que la gente me de 'likes'. De alguna forma escribir en un blog público, es aún más privado que una red social.
Fin de semana 9-10 de Enero 2016
El sábado nos levantamos tarde, fuimos a la feria, como siempre AnaLú no quiere caminar, siempre con su "Papi, ¿me carga?" 70% de las veces cedo a su demanda de brazos. Ya está más pesada, sin embargo algún día no podré cargarla y lamentaré no haberlo hecho lo suficiente.
Después de desayunar, y jugar WWE 2K16, fuimos a buscar los materiales para finalmente adoquinar el jardín. Era un objetivo que queríamos, no tenemos la paciencia para darle mantenimiento y queríamos un espacio más para compartir sin que se asomaran las hormigas. Fue todo un drama ir al Lagar de Desamparados, luego como no había material ir a otros dos Lagar(es) y de nuevo volver al establecimiento del principio.
Después AnaLú quiere una fiesta temática para su cumpleaños, la quiere de: "My Little Pony", Barbie y StarWars. ¡Está loca ella!
Duele no poder gastar lo que uno quiere, tengo la manía de ser muy ordenado con el dinero, compramos unas cosillas en una tienda y terminamos en el lugar preferido de todos los ticos: "Pequeño Mundo".
Finalmente a la casa que nos esperaban para entregar el material, pase por un pollo a la leña, comimos y a dormir. Ahí tuve la "revelación" de volver a escribir.
Domingo: Las personas que iban a hacer el adoquinado llegaban a las 7:30. ¡Marian me despierta a esa hora! Para decirme que no podíamos construir porque era domingo, había que pedir permiso y no lo teníamos. Decidí salomónicamente: pedir perdón antes que permiso.
Marian se quedó en casa, yo me fui para la iglesia con Analú. De vuelta estaba terminado. Se veía demasiado lindo. Eso sí, sobró mucho material, lo suficiente para hacer otros dos metros cuadrados de adoquines. A ver cuándo pedimos permiso para hacer un "planché". Tuve que mover el material, todo, de la cochera al costado de la casa. 1 hora y 15 minutos después terminé cansadísimo, listo para la rutina nocturna con Ana Lucía.
Ahí orando le decía a mi bebé: "Mi amor te amo, quiero que seas feliz", sentí que Dios me decía lo mismo a mí. Es la clase de amor que experimentamos como padres que sabemos que Dios nos ama como un papá, ya no más teoría, es realidad.
Una foto del adoquinado: