Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar: al país donde los sabios se retiran del agravio de buscar labios que sacan de quicio. Mentiras que ganan juicios tan sumarios que envilecen el cristal de los acuarios de los peces de ciudad, que mordieron el anzuelo, que bucean a ras de suelo, que no merecen nadar.
miércoles, agosto 27, 2008
lunes, agosto 25, 2008
Escribo
Escribo. Escribo que escribo.
Mentalmente me veo escribir que escribo y
también puedo verme ver que escribo.
Me recuerdo escribiendo ya y también
viéndome que escribía. Y me veo recordando
que me veo escribir y me recuerdo
viéndome recordar que escribía
y escribo viéndome escribir que recuerdo
haberme visto escribir que me veía
escribir que recordaba haberme visto
escribir que escribía y que escribía
que escribo que escribía. También
puedo imaginarme escribiendo que
ya había escrito que me imaginaría escribiendo
que había escrito que me imaginaba
escribiendo que me veo escribir que escribo.
-Salvador Elizondo, El Grafógrafo-
Mentalmente me veo escribir que escribo y
también puedo verme ver que escribo.
Me recuerdo escribiendo ya y también
viéndome que escribía. Y me veo recordando
que me veo escribir y me recuerdo
viéndome recordar que escribía
y escribo viéndome escribir que recuerdo
haberme visto escribir que me veía
escribir que recordaba haberme visto
escribir que escribía y que escribía
que escribo que escribía. También
puedo imaginarme escribiendo que
ya había escrito que me imaginaría escribiendo
que había escrito que me imaginaba
escribiendo que me veo escribir que escribo.
-Salvador Elizondo, El Grafógrafo-
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