lunes, marzo 26, 2007

A mis 20 y pocos tacos...

Lo primero que quise
fue marcharme bien lejos
en el album de cromos
de la resignación

pegabamos los niños
que odiaban los espejos
guantes de Rita Hayworth,
calles de Nueva York.

Apenas vi que un ojo
me guiñaba la vida
le pedi que a su antojo
dispusiera de mi,

ella me dió las llaves
de la ciudad prohibida
yo, todo lo que tengo,
que es nada, se lo di.

Asi creci volando
y volé tan deprisa
que hasta mi propia sombra
de vista me perdió,
para borrar mis huellas
destrocé mi camisa,
confundi con estrellas
las luces de neón.

Hice trampas al póker,
defraudé a mis amigos,
sobre el banco de un parque
dormi como un lirón,

por decir lo que pienso
sin pensar lo que digo
mas de un beso me dieron
y mas de un bofetón.

Lo que sé del olvido
lo aprendi de la luna,
lo que sé del pecado
lo tuve que buscar

como un ladrón debajo
de la falda de alguna
de cuyo nombre ahora
no me quiero acordar.

Asi que, de momento,
nada de adiós muchachos,
me duermo en los entierros
de mi generación,

cada noche me invento,
todavia me emborracho,
tan joven y tan viejo,
like a Rolling Stone..."

Después de una mala semana, horrible semana, a mi calendario le roncó acordarme que cumplía años.

Un accidente, varios trompezones sentimentales, una borrachera, y unas cuantas triztezas, qué saldo diría yo me dejó mi última semana con 21. Muy negativo diría yo, con mi carro más feo que nunca, con la moral golpeada y sintiendome mal hasta el mismo día de mi natalicio.

Como siempre, esperé llamadas que nunca llegaron, y llegaron mensajes de quienes pensé que habían muerto. Es algo irónico, los que uno más espera no llegan. Saldo de llamadas: negativa. Llamada más valiosa, la de mi hermano Manfred. Y el mensaje/llamada que esperé de mi pasado, no llegó. Ni el knock knock cómo estás.

Por los numerosos saldos negativos, escribo esta entrada, para declarar que los cumpleaños están sobrevaluados, en inglés, OVER RATED. He tenido muchísimo mejores días, por qué esperar que si tu vida es no se encuentra últimamente bien, precisamente un 25 de marzo, todo te va a salir bien?

Soy sincero y no fue mi mejor cumpleaños, pero fue sin duda el más valioso. Crecí enormemente como persona y a muy alto costo. Mi cumpleaños más valioso, porque aprendí a no esperar un buen día nunca, a ser paciente con lo que se quiere, y que muchas veces un gesto puede acabar con todo.

A las personas que estuvieron el sábado, mis bendiciones, en un momento en mi borrachera, vi la mesa y dije, ahí están mis amigos y me sentí orgulloso de ser quien soy, vi: amigos íntimos, amigos de farra, amigos compartidos, amigos de estudio, simplemente amigos. A todos ellos los brazos que dibujan este párrafo, porque fueron los únicos que dibujaron trazos de sonrisas en mi rostro.

Hoy con mis 22 años encendidos, me doy las palmadas en la espalda de quienes no las recibí

Y como siempre, perdonen la trizteza.

PD: Manfred feliz cumple. No te digo la típica frase cliché: 'que la pases bien', porque si uno se siente mal, es peor. Simplemente esbozo un abrazo.

A ti te estoy hablando, a ti, que nunca sigues mis consejos,
a ti te estoy gritando, a ti, que estas metido en mi pellejo,
a ti que estas llorando ahi, al otro lado del espejo, a ti, que no te debo,
mas que el empujon que anoche, me llevo a escribir esta cancion.

viernes, marzo 09, 2007

Amares #2: Hombre que bebe solo

El hombre escucha voces que caen desde lejos y dicen:

"juntos somos podersos como dioses",

y dicen:

"así que no valía la pena, todo ese dolor inútil, esta basura" .

El hombre las escucha, esta mentira, estatua de hielo, como si no llegaran desde lo hondo de la memoria de nadie y fueran capaces de sobrevivirlo y quedarse flotando en el aire, en el aire que huele a perro mojado diciendo:

"Me gusta gustarte, hermosa mía, mi lindísima, cuerpo que yo completo, me rozás con las puntas de los dedos y me sale humo, nunca me pasó, nunca me pasará"

y diciendo:

"Ojalá que te enfermes, que todo te salga mal, que no puedas seguir viviendo".

Y también:

"gracias, es una suerte que existas, hayas nacido, estés viva",

y también:

"maldigo el día en que te conocí".